Cada vez son más las parejas que se casan después de haber tenido hijos, una tendencia acorde al estilo de vida actual, donde los novios esperan a tener una mayor estabilidad.
Es común que se decidan a formalizar su relación gracias, precisamente, a sus peques. Por ello, tenerles en cuenta haciéndoles partícipes en la boda, tanto en la toma de algunas decisiones como después el día del evento, hace que los niños se sientan útiles y felices de poder ayudar a sus papis.
Hay muchas maneras de hacer que participen, a nosotras, se nos han ocurrido algunas:
Invitaciones de boda
Una manera de involucrarles desde el principio, es a través de las invitaciones de boda. Hay diseños donde pueden incluirse dibujos hechos por los peques o, incluso, hacer que el texto esté escrito como si fuesen ellos los que ofrecen la invitación.
En los previos
Cuando llega la hora de los preparativos, normalmente los peques suelen quedarse con uno de los novios. Si el niño se queda con el papá, hay maneras de que esté muy presente, sobre todo de cara a las fotografías. Puede ser, de este modo, la personita que le ayude con la corbata. Mientras que si se encuentra con mamá, puede ayudarle con los zapatos.
En la ceremonia
La ceremonia da pie a que se den muchos momentos emotivos con los pequeños de la casa. Para comenzar, siempre es un clásico que sean los encargados de llevar las arras en el cortejo nupcial pero, ¿y si le añadimos que porten un cartel donde ponga “ya viene mamá” o “ya viene la mujer de tu vida”?
Otro momento bonito puede ser si se opta por hacer la ceremonia de la arena. Para esta ocasión, pueden disponerse tantos frascos rellenos de arena como peques vayan a intervenir. Luego serán los papis los que rellenen el recipiente grande junto con sus hijos.
Incluso los niños, también pueden recitar un discurso. Normalmente esto suele ser una sorpresa para los padres. Unas palabras que sin duda pueden llegar a ser las más emotivas de la ceremonia, y que seguro harán soltar más de una lagrimita.
En el banquete
En casi todas las bodas, son los más peques quienes, al tener un menú más cortito, terminan antes de comer. Por ello, una de las formas para darles protagonismo, puede conseguirse mediante la entrega de regalitos hacia ellos.
En ese momento se pondría una canción infantil y se les sacaría a bailar mientras se les entregan los regalos.
En el baile nupcial
Si los niños han conseguido llegar al baile nupcial sin dormirse, ¿qué tal si hacemos que bailen también con los papis? Pueden empezar bailando los novios para, a continuación, integrar a sus hijos y acompañarlos también.
Hasta aquí algunas ideas para que vuestros hijos tengan también sus momentos de protagonismo. Para que, cuando sean mayores, recuerden que fueron una parte muy activa en los momentos principales junto a papá y mamá. Y a vosotros, ¿se os ocurren algunas más?
