Poco queda ya de aquellas bodas donde los invitados llegaban al restaurante directos al convite. Desde hace años, el cóctel de bienvenida es un indispensable en casi toda celebración que se precie.
Lo es porque es el momento perfecto para que los novios puedan hablar distendidamente con sus invitados, también porque ayuda a abrir boca bebiendo y probando algunos platillos para hacer que el menú de la comida o cena sea más ligero.
La distribución del espacio
Las mesas altas son ideales para hacer más amplio el espacio, algo importante tanto por los invitados que pueden moverse por el recinto como por los camareros. Alrededor pueden colocarse sillas y mesas bajas para aquellos invitados (sobre todo los más mayores) que necesiten estar sentados.
¿Qué platillos son los más adecuados?
Un buen cóctel debe estar basado en el concepto de finger food, es decir, comida que pueda cogerse con los dedos. Por lo general son pequeños bocados de platos en miniatura, ideales ya que así pueden probarse distintas elaboraciones.
Como hemos dicho, la idea es que la comida pueda cogerse con las manos. En este sentido las croquetas, los hojaldres, las brochetas, los canapés, suelen ser siempre la mejor opción.
Pero también podemos darle importancia al recipiente. Utilizar cucharitas para presentar algunas elaboraciones, vasitos de chupito para cremas o salmorejos o cazuelitas para arroz, además de ser vistosos, ayudarán a hacer más fácil comer estas preparaciones.
Los corner de comida temáticos
Las mesas de comida basadas en cocinas del mundo siempre llaman la atención de los invitados. Ya no solo nos encontramos con el cortador de jamón, sino que ahora podemos contratar desde mesas de sushi a corners con tacos mexicanos, perritos calientes o quesos del mundo.
Siguiendo esta corriente, los show cooking cada vez están más demandados. Aquí nos podemos encontrar a cocineros preparando risottos u otras pastas en vivo, paellas, carnes a la brasa o incluso unos huevos trufados.
Música en vivo
Para hacer más completo el cóctel, se puede poner la guinda al pastel contratando a algún grupo o músico en solitario para amenizar el momento. Un regalo para los invitados que agradecerán la música en vivo, haciendo más ameno este instante de la boda.
Y hasta aquí algunas claves para conseguir un cóctel perfecto. ¿Qué os han parecido estas ideas? Somos todo oídos.
